jueves, 5 de junio de 2008


Soliloquio

Desde el extremo contrario de mis anhelos,
lo visualizo equivocadamente, pensará
en mi , llenará sus ojos de miel , con torrenciales
aguaceros ante esa imagen que diseñó,
calaré en su alma como él lo hace, elevará
oraciones como en mis momentos íntimos
reflexivos lo hago por él…
es una incógnita, así como él mismo lo es…
El es duda y desacierto, con un perfil lastimado
y el otro despiadado, destilará su corazón por
mi omisión, tambalearán sus columnas ante mi
ausencia.
El miedo que me olvide es el verdugo que me
aniquila , miedo de haber muerto en sus memorias,
como llega ese dulce momento en los brazos de
Tánatos, como aquellas tumbas áridas del cementerio,
que una vez recibieron el rocío de quienes les
amaron en vida y hoy solo crujen de soledad, o
quedaré indeleble en su ser como quedó en el árbol
de las reminiscencias su nombre y el mío.
Pensará en mi, en cuánto le profesé amar, sentirá
desgarrar su pecho cuando me ve ahí a través
de esa forma material fría, habrán sombras
difusas de lo que fui, habitaré en el mundo infinito
donde cada uno refleja deseos, temores , donde lo
imposible sabe a posibilidad, donde el aire tiene rostro
humano, moraré en el manantial de su subconsciente…
…navegaré???
invertirá tiempo en codiciar ese abrazo que anhelábamos
cuando surgiera ese instante perpetuo de nuestro primer
encuentro.
De frontera a frontera, de océano a océano, ese que
perdió el azul traslúcido desembocando en el lete,
que mortifica sin piedad mi desgreñada humanidad,
o será como ese abrazo ausente de la Venus de Milo.
Experimentará las mismas sensaciones y este vació
existencial al no tenerme, ese mismo que siento por no
poder asirlo a mi, y susurrarle sin descanso…te amo…
te amo, viéndonos caminar en esa playa de arenas
doradas con caracolas de tornasol, que nos devuelven
el mar aún en el desierto…desde ese antiguo terruño.
Entonará rimas con arpegios de suspiros, deseará
acariciar mi cuerpo en el espacio inviolable que todo
lo puede, como tantas veces he pensado delinear el
suyo, en el cofre dorado de los misterios y que no puede
morar más que mi propia lascivia, donde puedo crear
espejismos y disfrutarle de las mil maneras, donde puedo
escuchar lo que su boca ¡jamás! proclamará.
Solo preciso besar el aire que respira y sin que él se
enterara rozara el mío, si no tiene nada que perder, porque
solo yo lo sabré.
Quedarme presa en este laberinto de mis propias
incertidumbres hasta llegar al mismo punto de partida,
fugaz, magnético, en un círculo vicioso rebobinando
cada sílaba sin vocales para no alcanzar a comprender el
verosímil motivo de su ausencia. Dormir a este sentimiento,
encerrarlo con siete llaves, en esa torre de un material
inquebrantable, desconocido, en mi torre, en mi propia
morada funesta, pero mía, solo mía!! sin profanarlo y
así las memorias caduquen, se transformen , hasta desligar
el último recuerdo que pueda dar referencias de lo que fue…
solo que ese deseo no habita dentro de este mundo amorfo,
porque por precepto no sé de que legión siempre lo más
terrible se adapta enseguida a nuestra naturaleza y lo
hermoso nos cuesta la existencia entera, por ello como
ánima errante caminaré calzada de melancolía por esos
valles en los cuales busco lo que no perdí, porque quizá
nunca lo tuve… lo que al final me deja un sabor inolvidable
en mis memorias, que todo, todo cuanto aconteció es
inescrutable.
Por ello viviré encadenada, enclaustrada al sentimiento,
a la sola veneración de su recuerdo, anhelando percibir esa
sonrisa, la que jamás conocí, su caminar pausado, su voz las
que tantas veces escuche en mis momentos ausentes de esta
“realidad” su alma cándida, quedar impávida contemplando
una sola mirada suya , verla solo por un instante… oh Dios!! …
aunque no fuese al cabo para mi.