jueves, 17 de julio de 2008


Campo de ensueños

Sonríes con tu mirada , desplegando anhelos
más allá de los cielos
Extiendes tus manos en procura de alcanzar
aquellos sueños dulces, placenteros, huir de
las heridas viejas y enredarte como hiedra en
la estructura de mi cuerpo, apaciguado, ávido
Le quitaré ciertas hilachas de fuego al sol para
esparcirlas en nuestro lecho que Ixchel dispone
con sacuanjoches y orquídeas silvestres, en el
que seremos viajeros de campos afrodisíacos,
donde los días y las noches se confunden, no
habiendo horas que interrumpan la unidad de
nuestra dádiva sensual
Cada roce cobijan las notas que tu boca emana
trastornando las fibras de la concavidad dilatada,
sedienta por el contoneo de tu voluptuosidad
Gajos vibrando a esperas de labios, labios
deseosos por absorber, morder y apretar la
desembocadura de tu cascada, que espera
inquieta, fuerte y torrencial como los aguaceros
de Mayo
Las ansias se desvelan al escuchar la balada
de tus gemidos balanceando la ondulación
que hace sentir la nada y el todo en un revuelo
de gaviotas que emigran al sur , extendiendo
las alas por los deseos de alcanzar en un espacio
etéreo compartido… la libertad
Las cenizas se tornan fogones y el color de la
carne revela los antojos interminables. Entre tus
caderas, cimientos de mis blandos muslos, enredo
las mallas fantasiosas ,desenfrenando el anhelo
por ofrendarme. Descubres mis pasiones más
extremas, deshojas cada pétalo de mis confesiones
carnales, donando mi desnudez a la mirada de tus
instintos, esos que jamás han sido estrenados,
aquellos que hoy serán revelados
Bésame, humedece con la miel lasciva de tus
delicados labios lo inexplorable, toma de mi lo
sagrado, lo profano, la virgen, la hechicera, la
casta…la amante fiera
Permíteme proveer de abundante leña tu hoguera
que en antaño solo fuese estopa la que ardiera,
ser única, la diosa de las mil facetas en el harén
de mi piel, siendo tú en mis otros yo, ser yo misma
en ti, desvaneciendo la ilusión mas siendo mi única
verdad
Aire, vida, cima, nadir…lágrimas!!
Ser estelas que acariciaron los rociados peñascos,
besaron el reflejo cálido del sol, huyendo con la
noche en la cuna de plata, a esperas del alba de
oro, el halo de eternidad que despierte una vez
más para sorprender el aroma de tu virilidad
indeleble en la humedad de mi piel