viernes, 11 de julio de 2008


Pasajeros del tiempo

Las aguas bravías avisan las tempestades,
las serenas acechan bajo el suelo subterráneo,
mientras la hipsípila engañada venera la luz
de la lámpara
Hice uso del creer cuando el corazón era virgen
creí, amé, lloré, mengüe, conocí la cara pétrea
de la mentira, vaticine cuantas veces se disfrazó
de verdad para encajar en un segmento ajustado
a su egoísmo
Sé del dolor, me visitó como un sátiro y fue
huésped furtivo por mucho tiempo
Le velé compañía a la noche y desgaste la negrura
de sus horas. Conozco la luz de mi lumbrera y
hasta donde el aceite abastece
La cenicienta calma me exaspera rindiéndome
al deseo de romper con ira la discontinuidad!!
Sé de la daga envenenada, de la flecha con punta
de plomo, del azar de su mira…del ser querido
finado, de los racimos olorosos a melancolía,
pargos, ausentes, que asisten de lado a lado con
capuchas anónimas hacia la última morada.
De los labios amargos probé el desdén.
Miré al macho cabrío de la envidia saltar
retorciéndose y vi su mirada aberrada
devorando el pan que el otro comía
Permití a la inocencia diseñarme un ajuar
y maquillarme tenuemente con destellos de
sumisión, dancé, dancé el vals de la confianza
empero el festín no era en mi honor
Desgarré el diapasón desangrando variedades
de notas que se enmudecían al viento, la
procacidad asqueó las cuerdas de certidumbre
que portaba…
Pero no hay torre suficientemente oscura
que inhiba la individualidad, no existen
palabras que corroan el alma
Ningún sabor a canallocracia puede dañar o
germinar en un corazón confiado
No debe de reinar ningún centauro en el
espíritu de la mujer ,que manipule, que
diseñe el puente para llegar a la piedra del
sacrificio…La dignidad!!
Se puede caer en el légamo, más exhorta la
ley natural, en que nada de lo que manche
pueda menguar la pasión que se provisiona,
independiente de los presagios , del dolor
y los desengaños, impera el amor