Anxelin Tlapiani

Entre lo insospechable y la pesadumbre de la conciencia que hoy parece que tenemos,
andamos en la búsqueda de algo que nos haga llegar más allá de lo que visualizamos, necesitamos de percibir con nuestros ojos lo tangible y si no es así, entonces no existe…!que hipócritas! Como hemos perdido el conocimiento eterno, ese que trasciende lo que palpamos, ese que es capaz de abastecer las necesidades.
No importa ahora si soy hombre o mujer, en esta etapa, a la que no le importa el género, simplemente quiere mantener el equilibrio almático, no importa el nombre, ni de donde proceda tu linaje, ni tu raza, si eres africano, hispano, europeo, asiático, de Oceanía, basta ya de las fobias psicológicas, temerle a las alturas, o algún tipo de insectos , o al estar enclaustrado, ¡vergüenza, sí! Y no tenemos fobia al hambre mundial, a los miles de bosques talados, a la discriminación racial y aún de clases sociales, un invento de ciertas personas que quisieron dividir en escala a la humanidad, o al salvaje desprendimiento de la responsabilidad que tenemos como parte de este conjunto, porque no somos elementos aislados ,o al asesinato atroz de miles de seres vivientes que hacen posible este equilibrio, nos hemos convertido en una raza indómita, degenerada, caminamos en retrospectiva, en un ciclo, hasta volver a ese punto, ese punto clave que fue el que dio inicio una vez al cataclismo descendiente de lo que fuimos y queremos volver a ser, ese epicentro que sin ninguna reflexión y aprendizaje vuelve a caer en su misma ceguera, aquí estoy como un orate, no soy más que un destello de luz en medio de un cosmo , de brazos caídos, como voz enmudecida y ahogada, y por falta de conciencia en masas , solo nos queda esperar porque así lo hemos decidido , ese armagedón prometido. (Blach)