lunes, 19 de mayo de 2008

Reflexión

Ante la soberana impotencia que me invade
intenté diseñar un espacio ausente de las siete plagas,
un vínculo donde el cerebro no aniquile y no deje secuelas,
un lugar estéril de espíritus indómitos, sin mutilaciones
de pensamientos, donde los pies caminen sin ataduras
de prejuicios.
Un mundo escéptico a la indiferencia y el sufrimiento.
Quise crear una plataforma paralela a otros mundos
diáfanos, donde se logre establecer diálogo interno,
elevar al máximo el nivel de inconciente para
flexionar los viles pensamientos.
Mas detuve mis quimeras, procurando en silencio
un coloquio con mis otros cuerpos, así pronunciar
un escarmiento…! Que osadía!
Pretender crear un neo-universo, si antes tendría
que derogar mi actual estado de conciencia.

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